ara muchos el primer encuentro con la producción dramática de Rudolf Steiner en Los Dramas Misterio supone una sorpresa y un descubrimiento por la forma tan concreta y real, muchas veces inesperada, en que cobran vida y se individualizan los contenidos que en sus libros y conferencias se tratan desde un punto de vista que, al lado de esta obra, resulta más "teórico". Para comprender los Dramas, sobre todo el primero, hay que tener en cuenta como se enlazan con la corriente de inspiración rosacruz que ya se vertía en poderosas imaginaciones desde el mundo espiritual cuando fueron captadas por algunos grandes personajes como Goethe, que plasmó esa visión en El cuento de la serpiente verde. El primer Drama tiene un gran paralelismo con esta obra, que quizás sea la más enigmática de Goethe. En el primer Drama, El portal de la iniciación. Un misterio rosacruz, el personaje principal, el pintor Juan Tomasio, encuentra el acceso a su propio entorno kármico, formado por doce personajes, y con ello despierta para su iniciación. En el segundo Drama, La prueba del alma, se refleja un momento de crisis después del primer contacto con el mundo espiritual. Las almas se ven puestas a prueba en su decisión de avanzar por el camino interior porque toman consciencia de los obstáculos que las separan del espíritu. |