on estas conferencias y debates, Rudolf Steiner creó la agricultura biodinámica. La agricultura que propone Steiner va más allá de lo que se conoce como agricultura biológica, pues implica trabajar con el Cosmos, la Tierra y las entidades espirituales. Para facilitar esto, Steiner prescribe preparados específicos para el suelo y otros métodos distintos que nacen de su profundo conocimiento de la materia, así como de los mundos espirituales. Se presenta una visión global de las complejas relaciones dinámicas en el trabajo con la naturaleza y da indicaciones básicas sobre las medidas prácticas necesarias para ponerlas en pleno funcionamiento.
El centro de gravedad del conjunto de directrices y objetivos dados por Steiner en Koberwitz correspondió por un lado al desarrollo de la vida del suelo como una fertilidad espontánea y autógena y, por otro lado, a conformar cada empresa agrícola como una estructura orgánica integral y armónica.
El movimiento biológico-dinámico adquirió pronto fama en estar en la avanzada de la realización de estos objetivos. Entre estas se halla: el tratamiento del suelo con abonos orgánicos potenciados mediante preparados específicos, el cuidado de las praderas con compost, el variado empleo de leguminosas como cultivos principales e intercalados, la protección del suelo con coberturas, con acolchados, mediante abonos verdes, la inclusión de hierbas y vegetación arbórea en la dieta de los animales, el saneamiento de paraje mediante la instalación de cercos vivos, el fomento de una silvicultura adecuada a las condiciones naturales, etc. |