Christoph Lindenberg (1930-1999).
Nace el 4 de enero de 1930 en Holzminden, Alemania. Sus padres se trasladan a
Solling, donde trabajan como maestros. Su padre, como pintor y antropósofo,
enseña arte. Su madre es profesora de lengua. Muy pronto se despierta en
Christoph un fuerte interés por la historia, y despuntan en él los
primeros síntomas de habilidad literaria. Ya como alumno, escribe ensayos
con sus concepciones sobre las culturas de la antigüedad que da a leer a
sus compañeros.
De 1950 a 1955 estudia historia, filología inglesa y filosofía en
Göttingen, donde recibe fuertes impresiones sobre el espíritu positivo
de la ciencia. Simultáneamente profundiza en la Antroposofía. Tras
graduarse, empieza a enseñar como maestro Waldorf en Reutlingen. Paralelamente
se ocupa fondo de la obra temprana de Steiner y en particular de su teoría
de los sentidos. Pronto empieza a enseñar a sus colegas maestros un nuevo
modo de elaborar la Antroposofía y la Pedagogía Waldorf con el propósito
de establecer un puente entre la Antroposofía y los logros positivos de
la ciencia, Ello demanda una manera de abordar la Antroposofía en la que
sólo cuenta lo que uno ha elaborado a plena consciencia mediante el esfuerzo
cognitivo propio. El despertar interior es un tema esencial para Lindenberg.
En 1960 se traslada a Tübingen, donde se casa con una maestra Waldorf de
clase principal. Desde 1969 comienza la fase de su actividad más pública,
primero en el marco de la Sociedad Antroposófica. En 1970 se publica en
Stuttgart su escrito: “El individualismo y la religión revelada”,
un estudio sobre la relación de Steiner con el cristianismo hasta su libro
“El cristianismo como hecho místico” (GA 20). Lindenberg
expone cómo antes de la entrada del siglo XX, Rudolf Steiner representa
un individualismo que rechaza toda revelación y sólo se fundamenta
en lo que el yo conquista como conocimiento y en lo que él elabora como
determinación ética de su acción, y que le permite penetrar
en el cristianismo por la propia experiencia mística. Lindenberg presenta
así a Rudolf Steiner como hombre eminentemente moderno, que se abre paso
a una captación totalmente nueva del cristianismo. Esa imagen contradice
las convicciones de muchos antropósofos de la época y provoca un
choque de generaciones. Para él, todo hay que analizarlo y desbrozarlo,
no se trata de limitarse a acogerlo con reverencia.
Si queremos que mantenga su efectividad como corriente de desarrollo espiritual,
la Antroposofía ha de ser algo que no se limite a ser transmitida por tradición.
Hay que elaborarla siempre de nuevo a partir del mejor conocimiento de la siguiente
generación y así hacerla fructífera para la época
que ha cambiado. Por otra parte, no hay que olvidar que la Antroposofía
no ha de cultivarse únicamente en el seno de la Sociedad Antroposófica,
sino que ha de obrar como una fuerza impulsora en la vida general de la civilización.
En los años 70 publica su libro “La escuela Waldorf, aprender
sin miedo, actuar de manera autoconsciente”, donde, con un nuevo lenguaje,
queda patente que la pedagogía Waldorf es la respuesta moderna a las preguntas
del presente. Las escuelas Waldorf de Alemania le deben a ese libro el pasar de
ser unas escuelas más o menos marginales a convertirse en una forma de
enseñanza muy solicitada.
Como consecuencia de ello se le pide a Lindenberg que escriba sobre Rudolf Steiner
en la obra en dos volúmenes “Clásicos de la Pedagogía”.
Con ello queda documentado que, en el curso de la cultura occidental, Rudolf Steiner
es una de las personalidades más sobresalientes en lo que a pedagogía
se refiere.
En 1980, a los 50 años, deja su actividad como maestro e intensifica las
labores de investigación. Se traslada a Freiburg y se casa por segunda
vez, de este matrimonio nacerán dos hijos.
En 1981 aparece su libro “Enseñar historia”, fruto
de su prolongada labor como profesor de historia y una importante base para quienes
enseñan dicha asignatura en las escuelas Waldorf. Es una exposición
fundamental del método sintomatológico recomendado por Steiner.
Igualmente lo es su libro “Sobre el origen espiritual del presente”,
que abarca desde el siglo IV hasta el presente. También escribe numerosos
artículos en la revista “Die Drei”. Desde 1980, el
núcleo de trabajo es su biografía de Rudolf Steiner. En el proceso,
primero publica “Rudolf Steiner, una crónica”, y luego,
mientras lucha con una grave enfermedad, se concentra en la voluminosa obra “Rudolf
Steiner, una biografía” en dos tomos. Es una obra donde surge
el dramatismo interior y exterior en la vida de Rudolf Steiner mostrando de una
forma concreta y clara sus inmensos logros en investigación espiritual
y la acción abarcante en pos de una renovación espiritual de la
vida cultural y social.
En la última fase de esa labor en 1992 escribe una pequeña biografía
de Steiner y en 1994 un estudio sobre el Congreso de Navidad. Simultáneamente
se dedica a pronunciar numerosas conferencias en Alemania, Inglaterra, Suecia,
Noruega y Estados Unidos.
El 20 de abril de 1999 fallece en Zarten, Alemania.
Entre
sus obras
podemos destacar:
Las escuelas Waldorf: aprender sin miedo, actuar con autoconsciencia
La técnica del mal. Sobre la historia previa y la historia del nazismo
Las condiciones de vida de la educación. Aprender de las escuelas Waldorf
Enseñar historia. Sugerencia temáticas al plan de estudios
Sobre el origen espiritual del presente. Estudios sobre la historia de la consciencia de Eurpoa Central
Rudolf Steiner – una crónica 1861–1925.
Motivos del Congreso de Navidad en la biografía de Rudolf Steiner