es de fieltro de lana están cosidos con algodón y tienen un tacto agradable, son fáciles de manejar y permiten disponer en todo momento de los colores bien ordenados.
Con los colores primarios, el amarillo, el azul y el rojo, los niños descubren por ellos mismos, casi por casualidad, los colores secundarios, el verde, el naranja y el lila. Los que son un poco mayores consiguen también tonalidades de marrón. Con las dos tonalidades o variantes, una más cálida y la otra más fría, de cada uno de los colores primarios se llegan a conseguir una gran diversidad de mezclas que estimulan la creatividad, tanto en los niños más pequeños como en los que son un poco más mayores.