? o ¿se debe a una educación equivocada? o ¿a las condiciones de la época? Ya en su primera edición de 1997, este libro se transformó en material de discusión entre los pedagogos y se ha editado siete veces más en Alemania.
Cada pedagogo alguna vez ha escuchado decir que la educación en esencia es relación, más exactamente: el niño "como ser que piensa, siente y quiere" está entrelazado en un complejo entramado relacional. El niño participa en todos los niveles "pensar, sentir, querer" de todo lo que sucede en su entorno cercano y en el entorno más amplio. No digo que esté indefenso y expuesto (ese es un cuento piadoso), sino que ¡participa! Esto es lo que debe ser tomado con suficiente seriedad. Uno tendría que quitarse la costumbre de estar mirando todo el tiempo al niño difícil, con la intención de encontrar una causa -vivencias traumáticas, disfunciones varias, disfunciones cerebrales, otras disfunciones y demás- que explique su quiebre, inquietud, miedo o tristeza.
La educación de los sentidos volitivos en la primera infancia es la clave para remediar muchos problemas actuales del desarrollo infantil que en realidad no son problemas médicos.