al y como expresa la autora, El niño bien equilibrado nace con la esperanza de proporcionar un conocimiento profundo sobre procesos físicos de la primera infancia, que la sociedad actual no permite realizar adecuadamente, y su impacto en el aprendizaje y en el desarrollo emocional, para poder ayudar a cualquier persona que esté involucrada en el cuidado de los niños.
Este libro también supone una nueva propuesta para aquellos casos en que estos procesos no se hayan dado en la edad apropiada. Retomando las etapas del desarrollo físico temprano podemos dar al cerebro una "segunda oportunidad" para subsanar aquellos déficits que interfieren en el aprendizaje del niño.
Se trata de proporcionar a nuestros hijos, alumnos y pacientes el mejor entorno posible en el que poder crecer. Pero, ¿cómo debe ser este entorno? Como la misma autora señala, no se trata de dar recetas. No hay fórmulas ni tampoco ningún niño es igual a otro, pero sí que existen conocimientos e inspiraciones que pueden indicarnos un camino a seguir y proporcionarnos el coraje a través de una comprensión profunda del desarrollo del niño.