Los hombres de la antigüedad, aún profundamente enraizados en la vivencia religiosa, percibían con sagrado temor la cercanía del ángel. A través de él se sabían unidos a la gran realidad divina; pero también sabían que él no es el Ser Divino único y omnipresente. Tanto el Antiguo com
Fueron siempre los espíritus más libres los que buscaron una relación con el Evangelio de Juan, y que la han hallado. A menudo basta una palabra de este Evangelio para encender el alma y despertar en ella el destello divino. Tal vez despierta también una promesa como la que se puede